Gn 49.28-33 - "El llamado a la vida eterna, un legado de fe" - Serie Génesis No. 110

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INTRODUCCIÓN

Hace muchos años, un joven se acercó pidiendo ayuda a su padre y le dijo:"Papá, si no me ayudas, voy a suicidarme esta noche". El padre, había estado ocupado haciendo dinero pero se sorprendió que algo realmente pasaba a su hijo. Así que decidió enviarle a un hospital inmediatamente. Un año después, regresó a casa el joven y la gente creía que se había recuperado.
El joven se casó y pronto tuvo un hijo. Sin embargo, se complicó todo en el momento de nacimiento que la madre tuvo que dar su vida para que nazca el bebé. Desesperado, tomó un revólver y salió a suicidarse.
El bebé sobrevivió, creció, y un día estuvo haciendo una larga fila para saludar al Presidente estadounidense William McKinley. Cuando el presidente pensaba que era un admirador que le quería dar la mano, él sacó un revólver y le quitó la vida al presidente. Después fue juzgado a la silla eléctrica.
A veces las situaciones trágicas inician generaciones antes con las malas decisiones de los padres.
¿Cuál es el legado que estamos dejando a nuestros hijos y nietos? ¿También estaremos aportando para que las tragedias un día se manifiesten en sus vidas?
En la historia de hoy, un padre, Jacob, va a dar las últimas palabras, dejando un legado claro y de fe a sus hijos.
Hay muchos padres que no se preocupan por sus hijos, y hay otros padres temerosos de Dios, que dejarán un legado de fe a sus pequeños.
El título del mensaje de hoy es “El llamado a la vida eterna, un legado de fe” y está basado en Gn 49.28-33.

EXÉGESIS Gn 49.28-33.

Resumen:
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Génesis 49:28 RVR60
28 Todos éstos fueron las doce tribus de Israel, y esto fue lo que su padre les dijo, al bendecirlos; a cada uno por su bendición los bendijo.
"Todos éstos fueron las doce tribus de Israel,..”
Moisés autor - recordando al pueblo (audiencia) en el desierto:
Identidad, proveniencia, fe, por Jacob.
Pueblo de Dios se sostendría sobre 12 tribus.
Soberanía divina - Legado de fe de Abraham, Isaac, Jacob.
“..y esto fue lo que su padre les dijo, al bendecirlos;..”
Bendecirlos - llamado a ser pueblo.
Permanecer en las promesas de Dios.
Testimonio de la fe al mundo.
Guardar la Palabra para que esta llegue al mundo.
Esperar en Su Salvación, en el mesías, descendiente bendito.
“..al bendecirlos;..”
Jacob - hombre de fe para bendecir a sus hijos.
Vivió esperando en las promesas para transmitirlas.
“..a cada uno por su bendición los bendijo.”
No todos los presagios eran óptimos, pero eran llamados a ser pueblo.
Jacob cree con sinceridad en Jehová, que lo único y último que desea para sus hijos es transmitir la fe que había recibido de su padre. Sabe cuál es el verdadero legado para sus hijos y sus generaciones.
Si pudiésemos examinarnos a la luz de las Escrituras, ¡Cuántos padres hemos cambiado el legado de la fe a nuestros hijos por un legado al igual que el resto de padres del mundo!
¿Cuántos padres están convencidos hoy o viven seguros de que Jesucristo es la mejor herencia y herencia de vida eterna para sus hijos?
Génesis 49:29 RVR60
29 Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo,
“Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo..”
No tiene dudas a dónde va.
Los hombres se aterrorizan con la muerte, Jacob descansa en Jehová.
Algunos cuestionan que realmente Jacob tenga esperanza de la vida eterna:
Pero Job, que posiblemente fue contemporáneo a Abraham e Isaac, dijo:
Job 19:25–27 RVR60
25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Desde los tiempos antiguos de Job y Abraham, ya había esperanza de la eternidad.
Con lo poco que conocían, se esperaba la vida eterna.
VOLVIENDO AL VERSÍCULO:
Génesis 49:29 RVR60
29 Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo,
Yo voy a ser reunido con mi pueblo..”
Esperanza plena de Jacob. Esta vida no era el final.
Esperanza plena en Dios, que controlaba la vida y lo que había después de ella.
“Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo,..”
Identificación con la fe de sus padres.
Cueva de Macpela es el lugar donde descansan restos de personas que confiaron en el Señor. ¡DE PERSONAS QUE ESTÁN VIVAS!
Este es el Legado de la fe de Jacob para sus hijos. Tiene toda la seguridad de en Quién ha confiado.
¿Pero qué había pasado en esa cueva hace muchos años? ¿No era Abraham extranjero, errrante que no tenía tierra y Dios le había prometido toda la tierra que veían sus ojos?
Génesis 49:30 RVR60
30 en la cueva que está en el campo de Macpela, al oriente de Mamre en la tierra de Canaán, la cual compró Abraham con el mismo campo de Efrón el heteo, para heredad de sepultura.
“..en la cueva que está en el campo de Macpela, al oriente de Mamre en la tierra de Canaán,..”
Este lugar era importante.
Abraham no tenía tierra donde enterrar a su esposa, podía haber regresado a Ur de los Caldeos, a su parentela.
Dios en todo el transcurso de su vida, de Sara, no le dio una heredad y ella había muerto.
Abraham, hombre de fe, que hizo todo el esfuerzo para tener un pedazo de tierra para enterrar a Sara, y dejaría de ser extranjero.
“..la cual compró Abraham con el mismo campo de Efrón el heteo, para heredad de sepultura.”
La cueva para sepultura fue comprada con un campo más de Efrón el heteo.
La situación trágica no pasó desapercidibo por Isaac ni la familia.
La fe de Abraham se había manifestado.
Aún en el duelo y sin tierra, sabía que ese era el lugar que tenía Dios.
Todo acto de fe, grande o pequeño, por más difícil que sea o en situación trágica, siempre impactará la vida de los que están detrás de nosotros.
Isaac habia aprendido de su padre que su primer amor era Jehová, aún por encima de él, y había aprendido a creer en las promesas de Dios al ver la fe de su padre Abraham en la adquisición del campo.
Pero ese impacto fue más allá de Isaac:
Génesis 49:31 RVR60
31 Allí sepultaron a Abraham y a Sara su mujer; allí sepultaron a Isaac y a Rebeca su mujer; allí también sepulté yo a Lea.
Empieza un relato maravilloso:
“Allí sepultaron a Abraham y a Sara su mujer;..”
Primer matrimonio de fe, que vive esperando las promesas y muere esperando en ellas.
¡Cómo había costado! Abraham no podía imaginar tener un hijo a tan avazada edad, y buscaba el hijo en la criada.
Sara se reía al escuchar que va a dar a luz siendo anciana.
Finalizan en la fe, cuando Abraham está dispuesto a entregar a su hijo Isaac, por fe.
“..allí sepultaron a Isaac y a Rebeca su mujer;..”
Otro matrimonio de fe.
Isaac, que había engañado a Abimelec para salvar su vida, al decir que su esposa era su hermana.
Débil fe.
Luego muestra que está dispuesto a quedarse en la tierra que Dios había prometido a Abraham, y abre pozos que hizo su padre.
Termina adorando a Dios y confiando en Sus promesas.
“..allí también sepulté yo a Lea.”
¡Jacob que era un hombre tan complicado!
Había forzado la primogenitura, aprende severas lecciones y adora a Dios en varias oportunidades.
Había enterrado a su esposa en aquel lugar, porque iba a a ser de su descendencia.
Así que el lugar donde quiere ser enterrado, no es cualquier lugar, en él están hombres y mujeres de fe, que vieron en sus vidas aflicciones, pero que terminaron rendidos al Señor.
Jacob comparte con sus hijos que él pertenece a esa fe y que ellos también pueden hacerlo.
Este es el legado de la fe: Testimonio de un padre moribundo: Llamados a no ser parte de Egipto, sino llamados a ser pueblo de Dios, a la eternidad.
Génesis 49:32 RVR60
32 La compra del campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Het.
“La compra del campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Het.”
Antiguamente el derecho de propiedad era más sencillo ejercerlo si se tenía claramente identificado la relación legal de adquisición del terreno.
Jacob está dando detalles a sus hijos para que puedan ejercer el derecho.
Compraron de los hijos de Het.
Los extranjeros, ya tenían una tierra donde habitar.
Esta es la mano de Dios, preparando un lugar propio e inicial para Su Pueblo, y ellos, los hijos, deben volver allá.
En el legado de Jacob más que “te quieros” o “te amos”, hubo la declaración de la fe, de identidad del pueblo y las instrucciones finales para seguir esperando en el Señor:
Génesis 49:33 RVR60
33 Y cuando acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y expiró, y fue reunido con sus padres.
“Y cuando acabó Jacob de dar mandamientos a sus hijos, encogió sus pies en la cama,..”
Jacob estaba listo para morir.
Sus propósitos de transferencia de la fe fueron realizados.
Tuvo una vida difícil, pero delante de sus hijos, había vivido con fe.
“..y expiró, y fue reunido con sus padres.”
Los que esperan en Jehová, tienen una promesa eterna.
Está encomendado su espíritu al Señor.
Solo hay dos formas de morir: Con el Señor y sin el Señor. Jacob fue hallado en el Señor.

MEDITEMOS EN LA PALABRA

Después de tan emotiva despedida de un padre a sus hijos, ahora la Palabra de Dios va a dejar de examinar a Jacob y a su familia, para examinarnos a nosotros.
Hay principios, verdades bíblicas y aplicaciones para todos los que con corazón sincero se acercan a las Escrituras.
Cuatro aspectos importantes de un verdadero legado de la fe que podemos aprender de Jacob:

El legado de la fe es bendecir a los hijos y recordarles acerca de los propósitos verdaderos que hay en Jesucristo.

Este hombre Jacob es un hombre extraño, es un padre extraño. No encajaría con el mundo moderno. Es un padre que cree plenamente en Jehová, que sigue pensando que aunque él ya no esté, estará Jehová para cumplir sus promesas y hacer en la vida de sus hijos.
Jacob está tan convencido de que Dios está llamando a sus hijos a ser pueblo suyo.
Jacob está convencido en que hay propósitos en ellos.
Jacob ha creido a la promesa de que “todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente”, palabras que le dijo Dios en Betel, y esta es una promesa mesiánica, de un Salvador que vendría en la descendencia de Jacob y bendeciría a todas las familias de la tierra.
Jacob con lo poco que sabe, conoce que los propósitos eternos de Dios está en un descendiente suyo y que nosotros lo conocemos como Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado.
Queridos padres:
¿Saben también tus hijos por tus propios labios, que hay un Salvador Jesucristo?
¿Saben tus hijos que estamos en un mundo de pecado, que nosotros mismos somos pecadores, pero que hay perdón si creemos en Cristo como sustituto nuestro en la cruz?
1 Pedro 1:3–5 RVR60
3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
Hay una herencia preciosa a través de Jesucristo y por su resurrección, y podemos alcanzarla, pueden alcanzarla nuestros hijos, tan solo por la fe en Cristo.
¿Es Cristo el legado que estamos dando a nuestros hijos?

El legado de la fe es dar por herencia la seguridad de la vida eterna a nuestro hijos y la Gloria de Dios en ella a través de la adoración.

La enseñanza de Jacob es sencilla y hermosa, podríamos resumirla como:
“Se va a reunir con sus padres”, es decir, hay vida después de la muerte.
“Esa vida se alcanza por fe en el Señor”
“Y al constituirse en pueblo de Dios”, está diciendo a sus hijos que ellos también tienen que pasar lo mismo a sus hijos.
¡Si tan solo viviésemos así!
¡A Jacob sí le interesa el legado de la fe para sus hijos!
Pero, ¿saben Quién se llevaba la Gloria con su legado?
Hebreos 11:21 RVR60
21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón.
Jacob daba adoración continua al Señor. Aún en el lecho de su muerte, este hombre adoró a Dios.
¡Que legado más maravilloso! Mientras hay personas que viven adorando a otros dioses, nosotros podríamos enseñar desde pequeños a nuestros hijos a adorar al Señor.
Mientras las personas y padres actuales viven dándose la gloria por los logros, por las cosas que tienen, y por todo lo que han hecho en sus vidas para sus hijos, nosotros podríamos hablar a nuestros pequeños de la misericorida de Dios, de Su Gracia, de todo lo que hemos recibido por Él y solo por Él, podríamos dar la Gloria a Dios y quitarla de nosotros y de nuestro esfuerzo.
Pero Hebreos 11.21, es hermoso. Jacob pasó a la lista de los héroes de la fe, pero sabes, no solo para terceras personas como nosotros, sino para sus hijos!
¿Y qué ven nuestros hijos en nosotros?
Esto nos lleva a la tercera aplicación:

El legado de la fe es vivir una vida de consecuencia entre la fe que se expresa con los labios y las obras que manifiestan esa fe.

¡Otra vez, Jacob es un hombre extraño!, es un padre totalmente distinto a los padres del mundo, pero muchas veces también a padres creyentes.
Jacob es consecuente.
Con todos los grandes desaciertos de Jacob, ¿sabes que vieron sus hijos?
Sus hijos vieron cómo Jacob delante de Lea y Raquel dijo que “el Dios de su padre había estado con él en su aflicción en la casa de Labán (suegro)”.
Sus hijos vieron cómo a pesar de ser engañado por el suegro con el salario cambiado 10 veces, Jacob había sido un trabajador ejemplar y honrado.
Sus hijos vieron cómo Jacob estaba tan angustiado por tener que encontrar a Esaú nuevamente y vieron cómo había sido renovado por el Señor en una noche, de tal forma que por FE Jacob estuvo dispuesto a enfrentarse sólo contra Esaú y sus 400 hombres.
Sus hijos vieron cómo en gratitud Jacob había levantado un altar en Siquem y había adorado a Dios.
Sus hijos vieron que su padre era un adorador.
Sus hijos vieron la indignidad o lo indignado de Jacob por la iniquidad de sus hijos ante tomar vidas por venganza de Dina o por sugerencias desatinadas de Rubén.
Sus hijos vieron cómo Jacob alzó un altar en Betel y pidió a toda la familia que quiten los dioses ajenos y cómo eran llamados a estar limpios delante de Dios.
Sus hijos vieron cómo un hombre lastimado, herido por hijos insensibles nunca fue abandonado por Dios y retomó fuerzas en la parte final de Su vida y adoró en el lecho de su muerte.
Por tanto, cuando Jacob dice a sus hijos que lo entierren junto a Abraham e Isaac, no está danto testimonio de una vida de hipocresía, sino de una vida de fe recibida.
¡Cuánto fallamos en todo esto! Queremos decir unas palabras de ánimo en la fe a nuestros hijos, cuándo están hastiados de ver que sómos tal vez falsos creyentes.
Necesitamos ser hacedores de la palabra.
Santiago 1:22–25 RVR60
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
La fe no es tan solo creer una verdad, vivir como quieras y luego compartirla con tus hijos. La fe exige que tus decisiones y actos sean tomados en cada situación de tu vida, solo así tu testimonio puede impactar la vida de tus hijos, solo así puedes ser un padre consecuente con tus enseñanzas.
Y finalmente, un poco de ánimo para todos aquellos padres, que están trabajando en sus hijos en el Señor:

El legado de la fe puede impactar varias generaciones, llevando a padres a descansar o finalizar su vida con la plena seguridad de que estarán con el Señor.

La fe de Jacob iba a ser recordada, así como la de sus padres Isaac y Abraham.
De hecho, nosotros estamos hablando de esa fe hoy.
Moisés al relatar esta porción de Gn 49, lo está recordando y está diciendo al pueblo del DESIERTO, que ellos vienen de un legado de fe, de un legado de sus padres, que fueron hombres de fe.
¿Recuerdas la historia del inicio? ¡Qué trágica la historia de aquella persona, que como dijismos al inicio, tuvo un padre y un abuelo totalmente despreocupados por el legado a sus hijos, tanto que terminó matando al presidente de los Estados Unidos. Y cuándo sacerdotes una noche antes de su ejecución le preguntaron si quería arrepentirse, este hombre dijo que no le interesaba en absoluto hacerlo.
Así como hay legados que finalizarán en situaciones trágicas, apartados de Dios para siempre, en condenación, también hay legados de padres que un día pusieron su fe en el ÚNICO SALVADOR JESUCRISTO y encontraron la vida plena que solo hay en Él, y que a partir de ellos, sus hijos, sus seres más amados, encontraron un camino de VIDA ETERNA CON EL SEÑOR.
Deuteronomio 4:9 RVR60
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

CONCLUSIÓN

Esto es lo maravilloso del legado. Que Cristo puede ser este precioso legado y puede abrir las puertas de la eternidad a los tuyos.
Jacob moría en la misma fe de Isaac y Abraham. ¿En qué fe morirán tus hijos?
Vamos a orar.
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